Ayer la pude ver y no he querido
Con entornar los ojos un momento
la vería en mi amor; mas hoy lo siento,
pues sufro el desanparo merecido,
Ayer la pude ver, y dolorido
por el temor de verla, el pensamiento
huyó del sutilísimo tormento,
y me quedé impacible y retraido.
Ayer la pude ver, ¡oh estrella pura!
En mí se alzaba toda su hermosura.
Si tuviera valor la hubiera visto...
Mas ya con creses castigado quedo,
y la paz que soñara no conquisto,
pues si hoy la quiero ver, ¡ay!, no lo puedo...
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